Rastapopoulos - El Loto Azul (1936)
Genio del mal, enemigo del bien, gran tiburón que nada en turbias aguas internacionales, encuentra en Tintín al «aguafiestas» que consigue sacarlo de quicio. Metido a sus comienzos en la industria cinematográfica, se dedica al tráfico de influencias y al de drogas. Es además Gran Maestro de una organización secreta, cuyas ramificaciones están extendidas por todo el mundo.
Figura emblemática del «malo» y personificación de la delincuencia de guante blanco. «Jefe de gang de alto vuelo, repugnante individuo que da pruebas del peor gusto moral e indumentario, Roberto Rastapopoulos es otro mezquino, otro mediocre, un advenedizo que se imagina magnífico». (SADOUL, Numa. Conversaciones con Hergé -Tintín y yo- Barcelona: Editorial Juventud, 1986. Pág. 139)
Rastapopoulos ya está presente en Tintín en América. De hecho, lo vemos protocolariamente situado a la izquierda de Tintín en la gala ofrecida en honor del héroe, tras su aventura americana.
En Los cigarros del faraón, Tintín se cruza en su camino a bordo del paquebote Epomeo que los lleva a ambos a Port Said. El multimillonario, director de los célebres estudios cinematográficos Cosmos Pictures, viaja a Arabia a través de Egipto con el fin de supervisar el rodaje de una de sus nuevas superproducciones.
En realidad, Rastapopoulos dirige una poderosa organización de tráfico de opio de la que es el «Gran Maestro»; su infamia quedará finalmente revelada en El Loto Azul.
Genio del mal, indudablemente dotado de un don de gentes poco común, volverá a aparecer en Stock de coque bajo el seudónimo de marqués de Gorgonzola.
Por último, en Vuelo 714 para Sidney su papel se ha convertido en patético. El terrible criminal que frecuentaba a la jet-set ya no se comporta más que como un lamentable vividor. Es ridículo.
Este canalla va ataviado con un disfraz de vaquero, otro de personaje de época, un esmoquin y un traje de ciudad ligeramente llamativo o más elegante.
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